El desayuno es la primera comida del día y por lo tanto la más importante. El desayuno aporta la energía necesaria para comenzar la jornada, regula los niveles de glucosa y, gracias a esta, nuestros músculos recuperan la fuerza y energía aportando sensación de descanso. La jornada laboral y el estrés en el trabajo provoca que muchas veces  salgamos de casa corriendo donde únicamente hemos tomado una taza de café o incluso no hemos tomado nada. Esto provoca que todas esas personas que no toman un buen desayuno lleguen con mucha hambre al tentempié de media mañana y como consecuencia tomarán alimentos que en muchos casos son pequeños caprichos que tienen un alto contenido calórico. Para evitar comer mal durante el resto del día, lo más apropiado seria levantarse un poco antes para poder prepararlo y degustarlo de manera tranquila y relajada. 
Una dieta saludable ayuda a la prevención de determinadas enfermedades como puede ser la diabetes, accidentes cardiovasculares e incluso el cáncer. Es por eso que es necesario incluir frutas o verduras en las 5 comidas que se recomienda hacer al día. 
Incluye en tu primera comida hidratos de carbono de lenta absorción como por ejemplo cereales, copos de avena  o galletas integrales que aportan además fibra, proteínas como las que aportan los huevos, carnes magras o queso fresco así como leche y fruta por su alto contenido de vitaminas y minerales. Recuerda que el desayuno debe aportar alrededor de 500 calorías es decir el 25% de la ingesta total del día para un adulto. 

Un buen desayuno aporta muchas ventajas, la más importante es que con un buen desayuno se evitará llegar con más hambre a la siguiente comida y por consiguiente, te ayuda a comer más sano el resto del día.
 
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